El serenazgo brinda tres grandes tipos de servicios: en primer lugar, es un instrumento de autoridad del alcalde; en segundo término, se encarga del patrullaje y la vigilancia de las calles; y por último, atiende los pedidos de intervención del público.
A continuación, nos referiremos a estos dos últimos servicios, pues sobre el primero ya nos hemos explayado. Al igual que el sistema de serenos de la Colonia, el moderno serenazgo brinda un servicio a pie. Pero a diferencia de aquel, ofrece una gama mucho más amplia de modalidades de patrullaje. El más extendido se realiza en motocicleta, aunque seguido muy de cerca por el patrullaje en camioneta y a pie. En efecto, el 92% de los municipios entrevistados manifestaron patrullar en motocicleta; el 89%,en camioneta; y el 83%, a pie. Cincuenta por ciento de los municipios cuentan, también, con brigada canina, lo que les permite fortalecer su patrullaje a pie. Tres de cada cinco municipios patrullan, además, en bicicleta. La modalidad menos usada es el automóvil: 44% de los municipios recurren a esta. El patrullaje con segway es una nueva modalidad que ha comenzado a aplicarse en algunos distritos de Lima; se trata de una suerte de patineta eléctrica que permite el rápido desplazamiento del sereno por las veredas de la ciudad.
Es interesante notar que las camionetas que utilizan los serenazgos son de doble cabina con tolva abierta, distintas de las 4×4 ó 4×2 que tradicionalmente ha utilizado la Policía. Estos vehículos tienen una serie de ventajas. Primero, son más resistentes para las difíciles condiciones de la ciudad, especialmente para transitar por los barrios populares, cuyas calles no son asfaltadas y presentan muchas pendientes de tierra y roca. Segundo, la tolva abierta permite trasladara personal o equipo, y, en casos excepcionales, a algunas personas detenidas, posibilidad que no brinda una camioneta cerrada. Tercero, son bastante más baratas. Quizá por estas ventajas, en su última compra de vehículos, la Policía Nacional del Perú (PNP) ha adquirido un lote de estas. El serenazgo es, además, un servicio de atención al público. A diferencia de la Policía, a la que es necesario contactar en sus propios locales institucionales, el público se contacta con los serenazgos principalmente a través del teléfono. ¿Para que llama la gente? En primer lugar, para solicitar que intervenga en la solución de problemas de convivencia o para encarar conductas antisociales. En segundo lugar, para prevenir hechos delictivos, responder ante ellos o iniciar las diligencias policiales correspondientes. En tercer lugar, para solicitar auxilio a víctimas de accidentes de tránsito, llevarlas a los centros de salud y garantizar el inicio de las diligencias policiales respectivas. En esta categoría también se incluye el pedido de auxilio por otras emergencias. Los tres principales pedidos de intervención del público están asociados a problemas de convivencia; los cinco siguientes, a delitos; y el noveno, a accidentes de tránsito. Los primeros pedidos de intervención son por consumo de drogas y alcohol en la vía pública, que se presentan en el 89% de los serenazgos; les siguen ruidos molestos (75%) y pandillaje (67%). Los siguientes pedidos de intervención se refieren a robos al paso (64%), presencia de sospechosos y microcomercialización de drogas (47%), y robo a domicilio y violencia familiar (44%). Les siguen los accidentes de tránsito (33%). Con menor incidencia aparecen los pedidos de intervención por robos de autopartes (25%), prostitución y riñas (19%), y robos de vehículos (17%).
Habitualmente, el serenazgo responde solo, sin apoyo de la Policía, ante problemas de convivencia o conductas antisociales. Suele ser el primero en llegar a la escena de un accidente de tránsito y en auxiliar a las víctimas. Sin embargo, requiere la presencia de la Policía para establecer la responsabilidad por un accidente. Con frecuencia, el serenazgo interviene para prevenir un hecho delictivo, haciendo ostensible acto de presencia. Es la típica respuesta ante un pedido de intervención frente a un sospechoso. Consumado el hecho delictivo, el serenazgo carece de facultades para actuar. No obstante, el público recurre a este porque confía en que no solo comunicará el hecho a la Policía, sino que asegurará la presencia de esta y el inicio de las diligencias. Así, las limitaciones de los serenos se ven compensadas por la capacidad que tienen de movilizar a la Policía.
FUENTES DE INFORMACIÓN
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