El personal que manipula los dispositivos de control de una instalación nuclear o radiactiva, o que dirige dichas manipulaciones, deberá estar provisto de una licencia específica, concedida por el Consejo de Seguridad Nuclear, tras acreditar su capacitación para realizar estas tareas en la instalación en que vaya a ejercer su puesto de trabajo.
Existen dos clases de licencias, la de operador y la de supervisor. La primera capacita, bajo la inmediata dirección de un supervisor, para actuar sobre los dispositivos de control de la instalación. La licencia de supervisor capacita para dirigir el funcionamiento de una instalación nuclear o radiactiva, y las actividades de los operadores adscritos.
Los peticionarios de licencias no sólo han de acreditar su preparación y experiencia para las misiones específicas que van a realizar, sino que, además, deben demostrar buen conocimientos del proyecto de la instalación y un reconocido equilibrio psíquico, En el caso de los solicitantes de licencias de supervisor, han de mostrar, igualmente, un buen conocimiento de los principios físico-químicos y nucleares en los que se basa la instalación.