LOS CICLOS ECONOMICOS EN EL PERÚ

El método aplicado al PBI peruano señala seis períodos de cambio estructural. Los primeros dos picos se dan en los años 1856 y 1957, el período definido de esta manera implicaría que la utilización de la capacidad productiva no habría bajado del 98.2%.

El segundo va de 1954 a 1957. La utilización promedio alcanzó su máximo histórico (99.1%) por una desaceleración del crecimiento del producto potencial y del PBI efectivo (este último es una menor tasa). El PBI observado creció 5.3% en promedio.

En el tercer período, 1957 – 1962, el quiebre de la tendencia se habría debido al paquete del ministro Pedro Beltrán que reforzó el esquema primario exportador. Sin embargo, luego de éste, las tasas de crecimiento se recuperaron significativamente (6,2% en promedio). El producto potencial también se reactivó, mostrando una utilización promedio de 95.3%

Entre 1962 y 1966 (cuatro período) las cifras se revirtieron nuevamente. El promedio de crecimiento bajó ligeramente a 5.9% con una tasa de utilización del 99%.

El quinto período podría caracterizarse por el desgaste del modelo primario exportador y la vigencia plena de los esquemas de sustitución de importaciones. Dicho período va desde 1966 a 1974 – 1975. para nuestra definición de producto potencial, la tasa media de utilización durante estos años fue de 96.6% y el crecimiento promedio, 4.43% por año. Empezaba a gestarse la crisis de los años posteriores.

Los años 1974 y 1975 se presentan como dos picos consecutivos de la serie. Se puede considerar a ambos, dado que el tomar sólo uno de ellos implica dejar al otro por encima de la línea definida como el valor máximo o potencial.

Estabilización de 1978 y la instauración de la Asamblea Constituyente, originaron expectativas favorables dentro de la población, lo cual contribuyó a que en los últimos años se viviera un clima de realidad estabilidad política.

Durante este régimen se planteó la necesidad de desconcentrar el manejo del Estado, formando regiones a cargo de organismos de desarrollo. Estos con base departamental, desconcentrarían la administración pública pero sin ceder o transferir poder político. En 1975 se preparó un anteproyecto de regionalización administrativa que creaba once regiones. Este intento fracasó. Esto explica la reciente dependencia económica de los gobiernos locales con respecto al gobierno central. El ratio transferencial/total de ingresos creció de 2.11% a 40.87% durante el período. Más adelante el sistema descentralizado de la Contribución de 1979 se convirtió en el más serio intento por regionalizar el país.

Gobierno de Fernando Belaunde Terry (1980 – 1985)
Después de doce años el gobierno militar, Belaunde ganó las elecciones, en 1980, con el 45.37% de los votos, a la vez que logró mayoría en el Parlamento.

Respaldado por una solida situación de las cuentas fiscales y externas, el gobierno implementó un conjunto de políticas fiscales y monetarias expansivas que incluían incrementos en los salarios en los salarios reales, una fuerte inversión en infraestructura subsidios al sector público. Ningún intento serio para reestructurar el sistema impositivo se Ilevó a cabo. Todo esto resultó en crecientes déficit fiscales.

Con el inicio de la crisis de la deuda en 1982, que virtualirtente elimino toda ayuda externa, y los efectos de la corriente del Niño en 1983, la economía cayó en recesión y la inflación co¬menzó a crecer.

La renegociación de la deuda extema se Ilevo a cabo en 1983 dentro de un contexto de nuevas medidas estabilizadoras que buscaban reducir el déficit fiscal y corregir las cuentas extemas. Sin embargo. El déficit fiscal se mantuvo alto, reflejando la incapacidad de reducir los gastos corrientes debido a los subsidios y excepciones tributarias a las exportaciones.

En 1984, las importaciones decrecieron en 21%, pero esto no corrigió los desbalances exter¬nos. los térmínos de intercarribio seguían cayendo. Recién en 1985, con la disminución sustancial de las importaciones y las reducciones en los pagos de los intereses de la deuda extema. las reservas intemacionales experimentaron una importante recuperación y las cuentas externas empezaron a mejorar.
Alimentado por la creciente pobreza de los últimos años y la desigualdad de ingresos, Sendero Luminoso iníció sus actívidades terronstas en 1980 sembrando muerte y destrucción.

Identificación de las condiciones de crecimiento
Al iniciarse el gobierno de Belaunde, hubo expectativas favorables con respecto a la salva¬guarda de los derechos de propiedad. Después de doce años se retomaba a la democracia, se contaba con una nueva Constitución elaborada por distintos representantes de los diversos sectores y partidos políticos del país; por lo tanto, había plena con¬fianza en que los derechos serian respetados. Sin embargo, a medida que la presencia senderista se iba haciendo cada vez más importante, la vigencia de. estos derechos se empezó a cuestionar.

Por otro lado, si bien Belaunde gozaba de mayoría en el Congreso, lo cual le daba una cierta autonomía en cuanto a la toma de decisiones para Ilevar a cabo sus políticas, estaba fuertemente influenciado por la cúpula partidaria de Acción Popular y por un grupo de asesores con los que determinaba el rumbo del país. Asimismo, con la crisis de la deuda de 1982,el sistema financiero internacional se convirtió en una fuente de influen¬cia para el gobierno.

El tamaño del Estado, al igual que en su primer gobierno, siguió una tendericia ascendente. Durante los primeros tres años, la inversión bruta fija creció a un ritmo de 12.5% anual. En Ios años que siguieron. esta decreció principalmente por el gasto que significó el Fenómeno del Niño. Así también, la PEA del sector público creció en 26.3%, durante el régimen.

En lo que concierne a la estabilidad económica. El Gobieno de Belaunde experimentó, en los primeros años, el beneficio de la mejora de los términos de intercambio que empezó en 1979. Se creció, en promedio, 5% en 1980 y 1981. Sin embargo, el déficit fiscal creciente, por un lado, y la crísis de la deuda que estalló en 1982, por el otro, sumados a los desastres causados por el Fenómeno del Niño, hicieron caer a la economía en una fuerte recesión. Después de la renegocia¬ción de la deuda y la introducción de medidas estabilizadoras recién en 1985, se logró reducir sustancialmente el défícít fiscal y se alcanzó el equilibrio extemo. Estos acontecimientos marcaron una inestabilidad económica a lo largo del gobier¬no de Belaunde. En lo político, durante los prime¬ros dos años con el retorno a la democracia, Belaunde tuvo su Iuna de miel, donde se experi¬mentó una relativa estabilidad. Sin embargo, el pobre desempeño económíco (debido a causas internas y factores exógenos) fue debilitando la credibilidad del gobierno. A esto se añaden los constantes cambios de ministros de los úItimos años. Todo ello fue desacreditando al gobierno, el cual mostró un pobre desempeño en las elecciones de 1985.

En 1982, Belaunde presentó al Congreso el Plan Nacional de Regionalización. Este fue recha¬zado por el Congreso y devuelto al Poder Ejecuti-vo, quien reformuIó la propuesta y la envió nuevamente. Finalmente, se aprobó la Ley N°. 23878. El plan establecía las pautas para la nueva demarcación territorial e indicada que las regiones por crearse no serían más de doce, aunque no las definia ni las delimitaba. Este accionar fue incongruente con sus políticas hacia los gobiernos locales, los cuales, durante este período, recibieron, en promedio, el 55.8% de sus ingresos como transferencias del gobierno central. Este último fue también el encargado de la toma de decisiones.

Gobierno de Alan García Pérez (1985 – 1990)
En 1985, el APRA Ilegó al poder por primera vez desde que se fundó el partido. En las elecciones presidenciales, Alan García obtubo el 45.74% de los votos. Además, el partido aprista consiguió la mayoría de curules en el Congreso.

Durante los dos primeros años, el gobierno aplicó un plan de reactivación económica heterodoxo. Mediante éste se Iogró expandir la demanda agregada y al mismo tiempo, reprimir artificial¬mente la inflación. Los mecanismos que se utiliza¬ron fueron el control de los precios públicos, la disminución del techo de la tasa de interés, la implementación de un sistema múltiple de tipo de cambio fijo y un incremento importante de los salarios (basicamente a través de emisión). Además, se restringió el pago de la deuda externa a sólo el 10% del valor de las exportaciones.

El intento de estatificación de la banca marcó un punto de quiebre en el gobierno de Alan García. Con esto se perdió toda la credibilidad en el gobiemo, lo cual unido al aislamiento financiero (en 1986, Perú fue declarado inelegible por el FMI a raíz de la actualidad adoptada hacia la deuda externa) propició un fuerte crecimiento de la inver¬sión privada.

Además, empezaron a surgir las consecuencias de las medidas adoptadas en les primeros años. El control de precios. los subsidios, las exoneraciones fiscales y la reducción de la hase impositiva fueron la causa de la caída de los ingresos corrientes. Esto, unido al crecimiento de los gastos corriente y la falta de recursos externos para financiera los déficit fiscal y de cuenta corriente, llevo a la economía a una fuerte recesión y a un severo proceso inflacionario.

En los últimos años, numerosos intentos de estabilización se llevaron a cabo. Sin embargo, ninguno tuvo exiten corregir los desequilibrios originados. En 1990. Alan García terminó su mandato y dejó al Perú inmerso en una de las peores crisis (sino la peor) de su repúblicana.

Identificación de las condiciones de crecimiento
A pesar de que en los primeros años hubo un buen desempeño económico, la historia del partido gobernante y algunas políticas adoptadas como la prohibición y la confiscación de los depósitos en moneda extranjera, atentaron contra los derechos de propiedad. Esto se agudizó cuando en julio de 1987 se intentó estatificar la banca. La fuerte presencia de Sendero Luminoso y el temor frente a posibles futuras estatificaciones, fueron laciores que influenciaron en este sentido.

En lo que concierne a la autonomía, Alan García supo librarse de toda presión externa al aislar al Perú del ámbito político y financiero internacional. En el frente interno, su actitud déspota, su carácter autosuficiente y la admiración y el respeto de los que gozaba dentro de su partido, permitieron un mandato de deseo, es decir, aquél en el cual sus deseos eran órdenes. Así, pues, con mayoría en el Parlamento y sin ningún poder del Estado capaz de hacerle frente (más que nada porque eran manejados por allegados suyos), García tuvo plena libertad de hacer y deshacer a su conveniencia. Fue necesario un rechazo masivo de la sociedad para poder frenarlo (en el caso de la estatificación de la banca).

En cuanto al temario del Estado, el gobierno de García se caracterizó por un aumento despro¬porcionado del sector público. El total de emplea¬dos del sector público, en los cuatro primeros años de gobierno, aumentó en 26.9%. a diferencia del sector privado que lo hizo en 11.2% durante ei mismo periodo. Con respecto a la inversión bruta fija de este sector, sólo en los dos primeros años, se incrementó en 30%. Además, se dio un proceso de burocratización alarmante que fue permicioso para la sociedad. al elevar notablemente los costos de transacción.

En lo económico, definitivamente se estuvo muy lejos de tener estabilidad. Después de dos años de bonanza económica artificial, la economia sufrió un cambio de rumbo radical. En los años 1988 y 1989, el PBI real decreció en 8.2% y 11,8%. respectivamente. Se vivió una de las infraciones más largas que conoce la historia. donde los precios subieron 1,722.30%. 41.775.30% y 7,649.70% en los últimos tres años de gobierno. Las reservas internacionales netas del sistema bancario fueron disminuyendo paulatinamente hasta Ilegar a niveles negativos. Seminano y Bouillon calcularon un indice de inestabilidad (variancia relativa de las tasas de crecimiento del PBI) que mostró, para el periodo 1985 1989, un indicador de 26, a diferencìa del período ante¬rior (1979 1985), donde éste fue 0.96. En el ámbito político y social, García tería controlado al ejército, habiéndose autoproclamado Jefe del Comando Conjunto y colocando apristas en los más altos rangos. Además, siendo los otros partidos políticos minoría en el Parlamento. dejaron de ser una amenaza preocupante para el APRA. Por otro lado, la población afectada por la crisis económica y los constantes atentados terronstas empezó a mostrar su descontento cada vez con mayor fuerza.

Durante este gobierno, se crearon una a una, once regiones, una de las cuales se dividió al realizarse la consulta popular que determinó la separacìón de los departamentos que integraban la región San Martín La Libertad. Se llegó así a doce regiones, el máximo establecido en el Plan, sin haber resuelto la situación del departamento de Lima, su contigua provincia El Callao y el régimen de la capital de la República. Esta regionalización no ha significado un proceso integral de descentralización, sino únicamente una desconcentración administrativa. Durante los primeros tres años del Gobierno. las transferencias significaron el 55.13% de los ingresos de los gobiernos locales. Estas transterencias tienen un efecto sustitución sobre los ingresos locales, aumentando asi la dependencia económica. Tampoco se garantizó el traslado de la capacidad de decisión del gobiemo central a las regiones, por lo que la concentración política continuo siendo una de las mayores trabas al proceso descentralizador.

Gobierno de Alberto Fujimori Fujimori (1990 1995)
En 1990, Alberto Fujimori, desconocido políticamente, ganó de manera inesperada, en segunda vuelta, las elecciones presidencìales en el Perú. Era candidato por un partido político creado el año anterior (Cambio 90) y venció, sorpresiva¬mente. a quien se consideraba con mayores posibi¬lidades en ese momento: Mario Vargas Llosa del FREDEMO, Fujimori, desde el inicio de su mandato manifesto una tendencia conservadora.

Cuando Fujimori tomo el control, en julio de 1990, heredó una economía inmersa en una aguda recesión y con una descontrolada hiperinflación. Dentro de este contexto, se llevó a cabo un programa de estabilización, el cual se inició en agosto de 1990. Dicho programa consistió en la aplicación de políticas de disciplina fiscal y monetaria complementadas con medidas orientadas hacia el mercado. Para solucionar el problema de desequilibrio fiscal y para liberar los precios, se buscó incrementar los ingresos fiscales, asi como reducir los costos.

Para lo primero, se anularon los subsidios al precio de la gasolina y a los servicios básicos (el precio de la gasolina subió en 2000% y el de los servicios básicos luz, agua, teléfono en 100%), Y se eliminaron las exoneraciones fìscales existen¬tes, al mismo tiempo que se introdujeron, tempo¬ralmente. impuestos de 1% a la riqueza y de 10% a las exportaciones. Para lo segundo, se creó un comité encargado de regular los gastos del gobíer¬no en función a la disponibilidad de caja y se eliminó el financiamiento del BCRP. Además, se ejerció un riguroso control sobre los salarios del sector público.

Se tomaron, además, otras medidas, con respecto al sector externo, se eliminó el sistema multiple de tipo de cambio fìjo y se implementó un régimen flotante, hubo una considerable redue¬ción en ci control sobre las transacciones de las cuentas corrientes y de capital; se eliminó el sistema de licencias y de cuotas para las importa¬ciones; y, por último, se reestructuró el sistema de aranceles. reduciendose las tarifas sólo a tres (de 15%. 25% y 50%). Por otro lado, con respecto al manejo de la política monetaria, se restringió el crédito doméstico (especialmente ci del BCRP al sector público); se redujeron, progresivamente. los requerimientos de encaje marginal; se elimino el control sobre la tasa de interés y la emision monetaria se daba solo por la compra de divisas por el BCRP.

Estas medidas lograron frenar la hiperinflación de golpe. Sin embargo, a pesar de un leve rebrote del aparato productivo. la economía cayó nuevamente en recesión. Para impulsar una vez más la economía, se tuvo que Ilevar a cabo la profundización de las reformas estructurales. Se creó la SUNAT y, de esta manera, se incremento la recaudación fiscal por la mayor fiscalización tributaria. Asimismo, la SUNAD permitió un mayor y más eficiente control aduanero. Se pro¬mulgó una nueva Ley de Bancos, con lo cual se dio mayor dinamismo al sistema financiero. Ade¬más, se incentivó la inversión privada y extranjera debido a la reinserción del Perú en el sistema financiero intemacional. Esto se debió, principal¬mente, al acuerdo que se firmo entre el FMI y el gobierno peruano, mediante el cual se formalizaba el programa de Acumulación de Derechos. Asímis¬mo, se inició uno de los programas de privatiza¬ción más agresivos de América Latina.

Por último, cabe señalar que el 5 de abril de 1992 el presidente Fujimori suprimió el Congreso, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Sistema Judicial como pretexto para combatir la escalada insurgente de Sendero Luminoso, la corrupción e ineficiencia en todos los niveles del Estado y la crisis económicas que vivia el Perú. Si bien en un primer momento esto causó desconcier¬to en el ámbito ìnternacional, a medida que se instauró el Congreso Constituyente Democrático. Se promulgó la nueva Constitución, se capturó a la cúpula Senderista entre ellos a su líder Abimael Guzmán y se vió que el programa económico empezaba a dar resultados, los organismos internacionales y los países acreedores volvieron a tenerle en el gobierno. Así, pues, la credibilidad y las expectativas de las personas se tornaron favorables.

Identificación de las condiciones de crecimiento
En un principio, frente a la poca credibilidad que todavía inspiraba el desconocido presidente Fujimori y con una presencia aún importante de Sendero Luminoso, los derechos civiles y de propiedad no estaban asegurados. Esto se hizo más evidente con el golpe del 5 de abril, cuando se suspendieron las garantías constitucionales. Sin embargo, una vez instaurado el Congreso, promulgada la Constitución, habiéndose realizado reformas estructurales importantes (que incluyen una legislación que incentiva las inversiones hacia actitudes productivas) y un proceso importante de privatizaciones, con lo cual sería incongruente cualquier intento de estatificación, se fortalecieron los derechos civiles y de propiedad. Con todo, la corrupción que se da en el Poder Judìcial (y en muchas otras; instituciones) es un escollo serio que aún no se ha solucionado.

En cuanto al grado de autonomía, Fujimori ha mostrado tener una importante independencia pragmatismo en la toma de decisiones (es más, suprimió el Congreso argumentando que éste no le permitía llegar a cabo las acciones pertinentes para sacar al país de la crisis). Sin embargo, otros aspectos que el presidente ha tenido que considerar han sido la fuerte influencia del los EE.UU. y la prensa, en cuanto al tema de los derechos humanos, y, en su oportunidad, la presión internacional para retomar a la democracia, a la cual, en un primer momento. Fujimori no le dio la debida importancia.
Por otro lado, durante este gobierno, se han llevado a cabo una serie de medidas orientadas a cambiar el rol del Estado en la economía. En este proceso, el tamaño del Estado se vio disminuido en foma considerable. Se realizó una reducción del gobierno central. Esto se logro a través de un programa de incentivos a renuncias voluntarias. El programa de privatización, que a junio de 1994 ya privatizó 37 empresas, significó una disminu¬ción importante del sector público. Además, se reestructuró el sector público financiero, liquidán¬dose la banca de fomento.

En lo que concierne a lo económico, las políticas implementadas sobre la base de importan¬tes reformas estructurales y el programa de estabi¬lización puesto en marcha ubican al Perú en un marco de relativa estabilidad económica. Si bien existen muchos scetores que ban experimentado un corisiderable crecimiento (como la mineria, la pesca, la industria y la construcción), también hay otros cuyo crecimiento no ha sido tan visible. Además, falta regular variables como la tasa de interés y el tipo de cambio, que aún se encuentran lejos de su valor de equilibrio; falta también desarrollar más las áreas de educación y salud. Por otro lado, en lo político, los constantes atentados terroristas contribuyeron a crear un clima de inestabilidad e inseguridad, que Ilegaron a su punto máximo en junio y julio de 1992 con los impresionantes atentados que hubo en la capital. Sin em¬bargo, eri los últimos años, gracias al proceso de pacificación, esta situación se ha ido revirtiendo.

En 1990, con el gobiemo de Fujimori, el proceso de regionalización fue paulatinamente detenido, hasta ser prácticamente liquidado el 5 de abril de 1992. En sustitución, se organizó un mayor centralismo fiscal y administrativo, com-prensibie por la situación de emergencia nacional (económica, social y política) reinante, pero que quedó expresado en la nueva Constitución de 1993. A raíz de ésta (que vuelve a plantear el tema de la regionalización), se estipularon diversas leyes. El 31 de diciembre de 1993 se efectuó una reforma tributaria municipal que racionalizó y simplificó los ingresos tributarios de recaudación local. Esto se materializó con la creación del Fondo de Compensasión Municipalidad, cuyo análisis incorpora en su fórmula de reparto una ponderación mayor para la población rural. Ese mismo año se promulgó la Ley de Tributación Municipal (Ley N° 775), cuyo objetivo es darle mayor independencia económica a los gobiernos locales.

Autonomía
El análisis de los gobiernos peruanos de las últimas cuatro décadas nos muestra que las dictaduras (incluyendo el gobierno de Fujimori) han gozado de más autonomía en la toma de decisio¬nes. Esto no es así sólo en el caso de Velasco, en el que se gobernó correspondiendo a las clases populares que lo Ilevaron al poder y en el caso de Odría, en el que un grupo de personas, encabezadas por Gildemeister, tuvo mucha influencia en la toma de decisiones. En las democracias, en bambio, solamente el gobiemo de Alan Garcia tuvo autonomía, pero ésta se utilizó, irresponsablemente y se convirtió así en un factor negativo para el desempeño económico. Las democracias de Prado y Belaunde se vieron influenciadas constantemente por distintos sectores, tanto en el ámbito interno como externo.

Tamaño del Estado
En general, tanto las democracias como las dictaduras peruanas han tendido a incrementar, durante su régimen, el tamaño del Estado. El primer gobierno de Belaunde y el de Alan García en las democracias, y el régimen de Velasco, dentro de las dictaduras, fueron casos en los que se llegó a un sobredimensionamiento exagerado del Estado. Solo bajo la dictadura de Morales Bermú¬dez o a la semidemocracia de Fujimori se revirtió esta tendencia de crecimiento o se hizo un esfuerzo serio para disminuir dicho tamaño.

Estabilidad
Para el caso peruano, en lo económico, han sido las dictaduras las que han mostrado una relativa mayor estabilidad con respecto a las democracias. Sólo el gobierno de Velasco falló en este sentido. En las democracias, en cambio, solamente Prado pudo asegurar una cierta estabili¬dad. En lo que concierne a la estabilidad politica, no es posible relacionarla con un determinado régimen político. En términos generales, no ha habido estabilidad política en los últimos cuarenta años, aunque los gobiernos de Prado (democratico) y Morales Bermúdez (dictatorial) han sido lo que más se han acercado.

Descentralización
En los cuatro primeros gobiernos analizados, el tema de descentralización no fue una prioridad dentro de la politica de sus gobernantes. Paradoji¬camente, recién con la dictadura de Morales Ber¬múdez se hizo el primer intento serio de descentralización, Belaunde (en su segundo gobierno) y García siguieron esta tendencia, pero al igual que el primero no tuvieron éxito en lograr la autonomia económica y politica de los gobiernos regionales. Fujimori, en cambio, a partir de su tercer año de gobierno, ha empezado a decretar medidas para lograr estos objetivos. No queda claro, pues, qué régimen politico podria asegurar una eficiente descentralización politica y económica.

En el Perú no se puede encontrar una clara relación entre regimenes políticos y desempeño económico. Si se compara los regímenes antes del corte estructural de 1976, tal como lo señalan Seminario y Bouillon, se observa que durante las dos dictaduras. Odría y Velasco, la economía creció a un ritmo anual promedio de 6.82% y 4.96%, respectivamen¬te. Mientras que durante las dos democracias, Prado y Belaunde I, la economía creció 6.29% y 4,64% en promedio, respectivamente.

Por otro lado, después de 1976, las democracias (Belaunde y Garcia) no tuvieron un buen desempeño económico. Durante el régimen de Morales Berrnúdez, la economía creció a un ritmo promedio de 2.7% con respecto a los años anterio¬res, mientras que en la semidemocracia de Fujimori se ha crecido a un promedio anual de 4.32%. Es decir, tanto bajo dictadura como bajo democracia, la economia creció y no se puede asociar este crecimiento con ningún régimen político.

CONCLUSIONES
Ningún regimen político, por sí mismo, constituye un prerrequisito del recimiento economico. La evidencia empírica del caso peruano también se ajusta, en gran medida, a esta afirmación. En todo caso, éste es un tema abierto al debate y la investigación independientemente del régimen político que esté en el gobierno, existen cinco con¬diciones que son necesarias pero no sufi¬cientes para garantizar el crecimiento econó¬mico de un país, estas son:
i) seguridad en los derechos de propiedad y los contratos;
ii) autonomía del Estado;
iii) tamaño de Estado Optimo y eficiente;
iv) estabilidad política y económica; y
v) descentralización.

Estas condiciones para el crecimiento eco¬nómico son una herramienta útil que no pretende sustituir los tradicionales niétodos de análisis del crecimiento, sino más bien complementarlos. Este enfoque alternativo debe ser también considerado cuando se trate de identificar las causas del crecimien¬to económico de un pais.

En el Perú, durante las; últimas cuatro déca¬das, en los gobiernos en los cuales se cum¬plieron estas condiciones con mayor efecti¬vidad se pudo apreciar un mejor desempeño, económico. Mientras que aquellos que cumplieron estas características y tuvieron un desempeño económico adverso, contra¬diciendo estos resultados, gran gobierno, que habían heredado anteriores coyunturas económicas desfavorables que trenaron el efecto de tales condiciones.

Estas condiciones, en el Perú no han trascendido de gobiemo a gobierno. Esta falta de continuidad explica, en parte, al pobre desempeño de la economía del país durante los últimos cuarenta años. Los gobiernos no han sabido aprovechar las virtudes de sus predecesores.

Si bien el cumplimiento de las distintas condiciones ha dependido de las característi¬cas de los distintos gobiernos, ha sido co¬mún en todos el hecho de otorgarle poca importancia (algunos menos que otros) a la descentralización. Esta es una condición sumamente importante que debe ir de la mano (y no relegada) de las otras cuatro. Las condiciones de autonomía y estabilidad, por su carácter volátil, son los más suceptibles al cambio con cada gobierno.

En el Perú en la mededa en que los dere¬chos de propiedad y civiles sean estables, las actividades económicas y políticas estén adecuadamente descentralizadas y se logre, además, una estabilidad tanto en lo político como en lo económico (a través de progra¬mas y objetivos de largo plazo), todo ello enmarcado en un Estado que crezca de acuerdo con los requerimientos del pais. se fomentará el crecimiento económico de una manera permanente.