¿CÓMO SE PREVÉ EL ALMACENAMIENTO DE LOS RESIDUOS DE BAJA Y MEDIA ACTIVIDAD?

En el caso de los residuos de baja y media actividad el paquete es un bidón metálico que contiene los residuos inmovilizados en cemento.
Estos residuos sólo es necesario confinarlos como máximo 250-300 años, siendo la tendencia general construir los almacenamientos en formaciones geológicas superficiales o a poca profundidad.

La tecnología francesa ha desarrollado un sistema de almacenamiento definitivo de residuos de baja y media radiactividad en formaciones superficiales, como es el caso del «Centro de la Mancha», cerca de Cherburgo, donde Francia ha almacenado 500.000 m3 desde el comienzo de su funcionamiento en 1969.

Cuando los módulos están llenos se recubren con arcilla, luego con tierra vegetal y se plantan arbustos formando una duna artificial que queda integrada en el paisaje de dunas de la zona. Este almacenamiento ha sido cerrado a fines de 1991 y desde entonces ha entrado en funcionamiento el de Aube a 205 km. al nordeste de París, donde se prevé almacenar 1.000.000 de m3 a lo largo de los próximos 30 años. El sistema en Aube es también en superficie pero los módulos responden a un diseño operacional más sencillo.

En España está en funcionamiento el almacenamiento de El Cabril, en Hornachuelos, Córdoba, para residuos de baja y media actividad. Hasta 1989 sólo se habían llevado a El Cabril residuos de los pequeños productores, que se albergaban en tres módulos superficiales de reciente construcción. En 1989, tras las autorizaciones pertinentes, se han comenzado a almacenar también residuos de las centrales nucleares y se está construyendo un sistema de almacenamiento con tecnología del tipo proyectado para Aube en Francia, que permitirá almacenar de forma permanente 58.000 m3 hasta el año 2000. En el caso de El Cabril la roca receptora es una pizarra arcillosa y la roca encajante arcilla.

El confinamiento que se produce con estas barreras es suficiente para que el impacto radiológico sea prácticamente nulo. En el caso improbable de una situación accidental no prevista, en que haya degradación de estas barreras, el objetivo de seguridad es que el impacto radiológico sea en cualquier caso inferior al fondo natural. A este respecto, conviene recordar que en el caso de los residuos de baja actividad, un 70% alcanza la inocuidad en unos decenios.