La toma de decisiones es la selección de un curso de acción entre varias alternativas. El proceso que conduce a tomar una decisión se podría visualizar como:
- Elaboración de premisas,
- Identificación de alternativas,
- Evaluación de alternativas en términos de la meta deseada y
- Elección de una alternativa, es decir, tomar una decisión
Racionalidad en la toma de decisiones
Con frecuencia se dice que la toma eficaz de decisiones tiene que ser racional. Las personas que actúan o deciden racionalmente intentan alcanzar alguna meta que no puede lograrse sin acción. Deben comprender claramente los cursos alternativos mediante los cuales se puede alcanzar una meta en las circunstancias y con las limitaciones existentes.
También tienen que contar con la información y la capacidad para analizar y evaluar alternativas a la luz de la meta deseada. Por último deben tener el deseo de llegar a la mejor solución mediante la selección de la alternativa que satisfaga de un modo más eficaz el logro de la meta.
Racionalidad limitada o “circunscrita”
Las limitaciones de información, tiempo y certeza limitan la racionalidad.
- Búsqueda de alternativas
Suponiendo que se conocen cuáles son las metas y que existen premisas claras de planeación, el primer paso en la toma de decisiones consiste en desarrollar alternativas. Casi siempre hay alternativas para cualquier curso de acción; de hecho, si parece existir sólo una forma de hacer algo es probable que sea incorrecta. Si sólo se puede pensar en un único curso de acción es evidente que no se ha pensado lo suficiente.
- Evaluación de alternativas
Una vez que se han encontrado las alternativas apropiadas, se procede a evaluarlas y seleccionar aquella que contribuirá mejor a la obtención de la meta.
- Selección de una alternativa:
Al seleccionar alternativas, se pueden usar tres métodos básicos: 1. Experiencia, 2. Experimentación y 3. Investigación y análisis.