Fuente: C. P. C. Mario Apaza Meza. Análisis e Interpretación de los Estados Financieros y Gestión Financiera.
La inflación es la tasa sostenida de cambio en el nivel general de precios. Es otro elemento del medio de operación que influye en las decisiones de inversión y financiamiento y se debe incluir en la evaluación.
La inflación tiende a alterar los mercados financieros, haciendo incrementar con frecuencia las tasas de interés. Los acreedores potenciales exigen más intereses por el uso de sus recursos, con el fin de protegerse de la pérdida de poder adquisitivo que sufre por causa de los precios más altos durante el periodo en que han renunciado al uso de su dinero.
Las incertidumbres hacen muy difíciles las negociaciones con los acreedores para el ejecutivo de finanzas. La inflación dificulta asimismo la evaluación de proyectos de inversión. Los mayores costos pueden volver incosteables los proyectos más atractivos. Esto ocurre particularmente en el caso de aquellos cuya ejecución puede requerir varios años; por ejemplo, el desarrollo de grandes yacimientos de minerales, La inflación aumenta el costo de las materias primas y la mano de obra necesaria para la producción, disminuyendo la rentabilidad de la inversión. También puede obligar a la empresa a elevar el precio de venta, lo cual permitirá tal vez a los competidores extranjeros apoderarse de una parte mayor del mercado, reduciéndose por lo tanto a rentabilidad general.