¿CÓMO SE CLASIFICAN LOS RESIDUOS RADIACTIVOS?

Para clasificar los residuos radiactivos se puede atender a su estado físico, tipo de radiación emitida (alfa, beta, gamma), contenido en radiactividad, período de semidesintegración de los radionucleidos que contiene, generación de calor, etc.
Por su estado físico los residuos pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos.

Por su contenido radiactivo se clasifican en residuos de baja, media y alta radiactividad. Usando unidades tradicionales, como es el curio (Ci), para la medida de la radiactividad, hay una regla simplista que permite tener idea del orden de magnitud del contenido radiactivo que corresponde a cada una de estas tres categorías. Residuos de baja actividad son los que contienen hasta varios milicurios (mCi) por litro de residuo, residuos de media actividad los que contienen varios curios por litro y residuos de alta actividad, varios cientos o miles de curios por litro.

Atendiendo a su período de semidesintegración los radionucleidos pueden ser de vida muy corta, corta o larga. Los radionucleidos de vida muy corta decaen rápidamente, por lo que no hay que tenerlos en cuenta pava un almacenamiento a medio o largo plazo. Por consiguiente, la gestión de los residuos radiactivos sólo cuenta realmente los de vida corta y los de vida larga. Cuando un residuo contiene sólo productos de fisión es de vida corta, aunque estén presentes los de período de semidesintegración más largo entre los productos de fisión, como el estroncio-90 (período de semidesintegración: 28 años); y el cesio-137 (período de semidesintegración: 30 años). Lo mismo ocurre con los productos de la activación neutrónica, como el cobalto-60. En cambio, los elementos actínidos (plutonio, neptunio, americio, curio) ‘ tienen períodos de semidesintegración más largos, como el Pu-239 con sus 25.000 años, por lo que los residuos que los contienen serán de vida larga.

Los residuos de baja y media radiactividad contienen sólo productos de fisión y de activación, por lo que lo normal es que su radiactividad decaiga a niveles de inocuidad en unos pocos decenios. Excepcionalmente, por un gran contenido en cesio-137 y estroncio90, este tiempo se puede alargar a 200-300 años.

Por el contrario, los residuos de alta radiactividad, que contienen el 99,5% de la actividad generada en la fisión y los transuránicos emisores alfa de vida larga, necesitan más tiempo para llegar a inocuidad, y son los que plantean los problemas más serios en la gestión de los residuos radiactivos, pues hay que aislarlos por períodos que pueden alcanzar entre 800 y 4.000 mil años.

Por razones operativas, existe también una división de los residuos radiactivos entre tecnológicos y de proceso. Los residuos tecnológicos son residuos de operación y mantenimiento y consisten en ropas de trabajo, materiales de limpieza y herramientas contaminados que es preferible no descontaminar y se consideran residuos radiactivos directamente. Los residuos de proceso consisten en materiales específicos del proceso usado, por ejemplo, los concentrados de un evaporador de aguas contaminadas.

Actualmente el interés está puesto en clasificaciones concretas para un determinado destino final de los residuos radiactivos. A este respecto, las comunidades científica, técnica y política internacionales consideran que el concepto de confinamiento de los residuos en el subsuelo terrestre (almacenamiento geológico) es un método asequible técnicamente y que proporciona el necesario aislamiento de los residuos y la necesaria protección al hombre. Así pues, la normativa básica internacional contempla esta ruta para los residuos, y para ella el OIEA ha hecho una clasificación genérica de los residuos en cinco categorías.

CATEGORIA DE RESIDUOS. OIEA. 1988:
a) Alta actividad, vida larga.
b) Media actividad, vida larga.
c) Baja actividad, vida larga.
d) Media actividad, vida corta.
e) Baja actividad, vida corta.