Si las premisas son ideas que se toman de base para un razonamiento que establezca prioridades, los siguientes criterios son los lineamientos que deben prevalecer para establecer un gobierno corporativo:
- Comunicación y coordinación permanente del gobierno corporativo y su relación funcional con los niveles gerenciales.
- Empleo del planeamiento estratégico de las decisiones y estrategias.
- La ciudadanía en general, los usuarios y/o beneficiarios de los servicios públicos, son el centro de atención del Estado.
- La población y las personas en extrema pobreza, como fin de desarrollo socioeconómico y el bienestar social.
- La creación del valor público como valor agregado para delinear la visión y misión del plan estratégico.
- El impacto y la mejora de la calidad de vida como resultado de las acciones y políticas públicas.
- El trabajo en equipo del gobierno corporativo como artífice de la creación de valor.
- La promoción de un estilo de gerencia y gestión estratégica como generador de buenos resultados y cumplimiento de metas y objetivos.
- Promover la responsabilidad social como compromiso del desarrollo.
- La innovación permanente como palanca de cambio y la reforma del Estado.
- El comportamiento ético e integral en las acciones de gobierno y manejo de recursos.
- Aplicación del tablero de mando integral como instrumento de medición de resultados o aplicación del balanced scorecard, que es lo mismo.
- Información y transparencia permanente para todos los actos y actividades y proyectos estratégicos.
El gobierno corporativo no es una moda de la modernidad ni un cliché conceptual, es algo más profundo, que se fundamenta en la participación ciudadana y en los principios de gobierno y decisiones, así como en la gerencia moderna, que garantiza la continuidad en la ejecución y aplicación de las políticas públicas concertadas, así como en su credibilidad y confianza, que debe ser la base de la gobernabilidad, en contraste con la desconfianza de las instituciones y organismos rectores, que hoy en día se encuentran con porcentajes mínimos de credibilidad.
Por lo tanto, se debe promover y desarrollar el gobierno corporativo sentando las bases para su desarrollo permanente como una política de estado sumado a una definida cultura organizacional, vocación de servicio, responsabilidad social e identificación con la ciudadanía como fin y creación de valor a los servicios públicos.