INSTITUCIONES DE INVERSIÓN COLECTIVA
Son entidades que se dedican a captar fondos públicamente con el objeto de invertirlos y gestionarlos adquiriendo activos financieros y no financieros. En el concepto de instituciones de inversión colectiva encontramos incluidos los fondos de inversión y las sociedades de inversión colectiva.
Las ventajas que ofrece la inversión colectiva frente a la individual son entre otras, la posibilidad de participar en los mercados de valores y de capitales con mejores condiciones al proporcionar una rentabilidad muy atractiva para cantidades pequeñas, la reducción de costes, puesto que las comisiones y gastos para grandes volúmenes de inversión son inferiores, diversificación del riesgo debido a que las participaciones se invierten en distintos activos financieros, la existencia de una amplia información y seguridad ya que estas instituciones están controladas y supervisadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV); y claro está, la gestión profesionalizada a través de sociedades especializadas y conocedoras de los mercados financieros.
FONDOS DE INVERSIÓN
Son patrimonios sin personalidad jurídica, divididos en participaciones cuya propiedad adquieren los partícipes al comprarlas, también existe la posibilidad de comprar fracciones de participación. Los partícipes son los numerosos inversores, personas físicas o jurídicas, que realizan aportaciones al fondo, por lo tanto, son copropietarios y adquieren un derecho sobre él en función del porcentaje de su aportación.
La administración y gestión del patrimonio del fondo la lleva a cabo la sociedad gestora, que es una sociedad anónima obligada a cumplir unos requisitos específicos en cuanto a capital mínimo, objeto social, etc. Entre otras, la principal función de la sociedad gestora es seleccionar la composición adecuada de la cartera del fondo invirtiendo en distintos tipos de valores (letras, divisas, acciones, obligaciones, otros fondos, inmuebles), de acuerdo con la política del fondo establecida en el reglamento de gestión, y con una apropiada diversificación del riesgo. En definitiva, será la responsable ante los partícipes del correcto funcionamiento del fondo.
La custodia de los valores que integran el fondo y la tesorería, se encuentran depositados en la entidad depositaria, a través de la cual se realizan las suscripciones y reembolsos de las participaciones. Generalmente, es un banco o caja de ahorros, que asume ante los partícipes, la función de control y vigilancia de la sociedad gestora, función recíproca, en la que ambas, deben denunciar cualquier irregularidad o anomalía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Los fondos de inversión se pueden clasificar en función a las características de los activos en los que se invierte su patrimonio:
• Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario (FIAMM) o Fondos de Dinero, por ley su patrimonio está compuesto, al menos, por un 90%, por activos de renta fija a corto plazo, hasta 18 meses, admitidos en un mercado secundario u otros valores a corto plazo que gocen de elevada liquidez, y un 3% debe mantenerse como coeficiente de liquidez.
• Fondos de Inversión Mobiliaria (FIM) su patrimonio está formado, como mínimo un 80%, por activos de renta fija y/o variable, admitidos a negociación en una Bolsa de Valores u otros mercados organizados y el plazo de vencimiento de los activos es tanto a corto como a largo; el coeficiente mínimo de liquidez se mantiene también en un 3%.
• Fondos de inversión en Activos del Tesoro (Fondtesoros): invierten su patrimonio en Deuda Pública a corto y a largo plazo, pueden ser tanto FIM como FIAMM, están obligados a mantener una liquidez mínima del 3% en efectivo o en depósitos en la entidad depositaria.
• Fondos de inversión inmobiliaria (FII): invierten en bienes inmuebles para su explotación, viviendas, oficinas, locales comerciales, garajes, etc. Un pequeño porcentaje de su patrimonio puede ser invertido en valores negociables de renta fija o variable admitidos en mercados organizados. La adquisición de inmuebles debe dedicarse al alquiler, se permite la rehabilitación de vivienda sin que supere el 20% del patrimonio, pero la promoción inmobiliaria está prohibida. Estos inmuebles no pueden venderse hasta pasados 4 años, como mínimo, desde su compra. El inversor obtiene su rendimiento exactamente igual que cualquier otro fondo de inversión, como la diferencia entre el precio de suscripción y el valor de reembolso de las participaciones.
Existen actualmente multitud de fondos especializados, que orientan sus inversiones hacia activos financieros específicos y donde el inversor encuentra un amplio abanico de posibilidades para colocar su dinero dependiendo de su posición inversora. Así en España, el Ministerio de Economía aprobó en febrero de 2001 un nuevo Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva en el que además de determinar los tipos de fondos, añadía nuevos fondos dentro de los FIM:
• Fondos de Inversión Subordinados (FIMS): el requisito principal consiste en la inversión obligatoria de al menos el 80% de su patrimonio en otro fondo, el fondo principal.
• Fondos de Inversión Mobiliaria especializado en valores no cotizados (FIME): entre el 50% y el 80% del patrimonio del fondo se invierte en valores no cotizables en bolsa.
• Fondos de Inversión Mobiliaria de Fondos (FIMF): estos fondos invierten el 50% de su patrimonio en participaciones de otros fondos de inversión de todo el mundo.
• Fondos de índice o indexados: la cartera del fondo se compone de los mismos activos financieros que se integran en un índice bursátil y en la misma proporción.
Dentro de esta categoría de fondos de inversión especializados, que fundamentalmente son FIM, hallamos entre otros muchos, diversas denominaciones, tales como, fondos garantizados, internacionales, sectoriales, “High Yield”, de crecimiento, institucionales, subordinados éticos, verdes, paraguas, etc.
Un caso especial de fusión de operaciones, que ha adquirido asombroso auge por sus específicas condiciones es el Unit linked que consiste en un seguro de vida combinado, en el que la prima que aporta el asegurado a la entidad aseguradora, se divide en dos: una parte se destina al seguro de vida propiamente dicho, y otra parte se invierte en fondos de inversión o cestas de valores predeterminados.
La gran ventaja de este producto es la posibilidad del tomador de seleccionar los fondos en los que invertir, y modificar la composición posteriormente, sin que la traslación suponga la tributación fiscal por las plusvalías obtenidas. Es imprescindible que el contrato de seguro especifique claramente los fondos o cestas a los que se puede acceder en caso de querer cambiar a otra política de inversión, así como gastos, comisiones y el número de permutas gratuitas de la cartera.
SOCIEDADES DE INVERSIÓN
En España, están constituidas por un número mínimo de inversores privados (al menos 100 accionistas), y requieren un capital social mínimo desembolsado (2.404.048 euros). El objeto social es invertir tanto en activos financieros como en no financieros, y esta gestión la realiza el órgano de administración de la sociedad, ya que no necesitan de una entidad gestora para dirigir y administrar sus inversiones, sin embargo, por disposición legal, si requieren de una entidad depositaria para la custodia de los títulos en los que inviertan.
Las Sociedades de Inversión Mobiliaria (SIM) se caracterizan por su capital social que es fijo, es decir, el acuerdo de ampliación o reducción de capital se decide en junta general de accionistas, por lo tanto, para formar parte de la sociedad es necesario localizar a un socio que desee vender sus acciones y viceversa, si un socio quiere desinvertir, necesitará algún inversor que quiera adquirir las participaciones.
Las Sociedades de Inversión Mobiliaria de Capital Variable (SIMCAV) tienen la particularidad de que su capital social es variable, por lo tanto, dentro de unos límites (hasta diez veces el capital social), y sin necesidad del acuerdo en la junta general, su capital social puede ampliarse o reducirse automáticamente, así para un socio que precise desinvertir y no encuentre contrapartida, la sociedad venderá o comprará sus propias acciones en una bolsa de valores
Las Sociedades de Inversión Inmobiliaria (SII) son sociedades que se dedican a la adquisición de bienes inmuebles para su explotación mediante el alquiler, no pueden realizar promoción inmobiliaria, aunque si les está permitido la rehabilitación de los inmuebles para su posterior arrendamiento.