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LA ÉTICA EMPRESARIAL Y EL COMPORTAMIENTO SOCIAL

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1.1. DEFINICIÓN DE LA ÉTICA
Del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’, ‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, ‘costumbre’) y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral. Este artículo se ocupa de la ética sobre todo en este último sentido y se concreta al ámbito de la civilización occidental, aunque cada cultura ha desarrollado un modelo ético propio.

La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que contribuyen a la formación de esos principios.

1.2. EXTENSION DE LA ETICA
La ética parte de la concepción del análisis de la conciencia moral, que va a apartar de la reflexión en el juicio, que va a partir del contenido, su sentido, su estructura su energía y validez de la realidad dentro de la vida o establecer una jerarquía de los valores vitales. Kant mencionaba que el imperativo categórico, no pretende ser otra cosa que la fórmula ilumina de pronto a esa conciencia en su profundidad metafísica y le presta una dignidad elevada por encima de cualquier otro valor; Sólo esta fórmula confiere a la vida, junto a la conciencia, su forma nítidamente perfilada.

La ética parte de los valores y experiencias fundamentales, y estos a su vez domina, transforma o impulsa toda la existencia. La vida productiva tiene una forma histórica individual resulta de las exigencias éticas que surgen de nuestra situación vital y que representan la solución moral de ésta el filósofo no lo saca de si mismo, sino que la encuentra como norma que rige el trabajo de la época con la más íntima conciencia. De esta consciencia subterránea, que vive y actúa en millones de cabezas envilezca sus obras.

Otro soporte importante de la ética son los sistemas culturales, es decir los grandes nexos efectivos en que se unen los hombres para llevar a cabo sus realizaciones históricas. El hecho o juicio ético aislado cede su lugar a la gran estructura de la faena humana. La ética es distinto según el sistema cultural, y que las diferentes teorías expresan el sentido, revelan la estructura moral de uno sólo de estos sistemas.

La Moral
La ilustración había emancipado al hombre, es decir la había libertado, de la oscura presión que ejercían sobre el individuo esas potencias superiores que son el Estado, la Iglesia, la Corporación y la clase social, la familia, las costumbres y el derecho como núcleo de la vida había aislado a los individuos sus fines, para derivar luego al mundo moral objetivo de la cooperación de estos.

En este contrato se fundaba su derecho y cada individuo celebraba con cualquier otro para defender los intereses de todos y cada uno de ellos, entre los que figuraba en primer lugar la protección la protección a la convicción propio y a la libertad de consciencia.

1.3. INFLUENCIA DE LA ÉTICA MODERNA
La ética moderna está muy influida por el psicoanálisis de Sigmund Freud y sus seguidores y las doctrinas conductistas basadas en los descubrimientos sobre estímulo-respuesta del fisiólogo ruso Iván Petróvich Pávlov.

Freud atribuyó el problema del bien y del mal en cada individuo a la lucha entre el impulso del yo instintivo para satisfacer todos sus deseos y la necesidad del yo social de controlar o reprimir la mayoría de esos impulsos con el fin de que el individuo actúe dentro de la sociedad.

El conductismo, a través de la observación de los comportamientos animales, formuló una teoría según la cual la naturaleza humana podía ser variada, creando una serie de estímulos que facilitaran circunstancias favorables para respuestas sociales condicionadas.

1.4. TENDENCIAS RECIENTES DE LA ÉTICA
El filósofo británico Bertrand Russell marcó un cambio de rumbo en el pensamiento ético de las últimas décadas. Muy crítico con la moral convencional, reivindicó la idea de que los juicios morales expresan deseos individuales o hábitos aceptados.

Los seres humanos completos participan en plenitud de la vida de la sociedad y expresan todo lo que concierne a su naturaleza. Algunos impulsos tienen que ser reprimidos en interés de la sociedad y otros en interés del desarrollo del individuo, pero el crecimiento natural interrumpido y la autorrealización de una persona son los factores que convierten una existencia en buena y una sociedad en una convivencia armoniosa.

1.5. CARACTERÍSTICAS DE LA ÉTICA
Algunas característica de la ética son:
• Es una disciplina filosófica.
• Su objetivo de estudio es la moral.
• Es normativa de la actividad humana en orden del bien.
• Es reflexiva, porque estudia los actos no como son, sino como deberían de ser.
• Es práctica, es decir, se enfoca al campo de acción humano.

2. LA ÉTICA Y LA EMPRESA
La cuestión ética es de gran relevancia para todo individuo y se extiende al ámbito empresarial. En cada decisión que se tome, estará inmiscuido algo de ética. Trátese de negociaciones con proveedores o con el sindicato, de contrataciones o despidos de empleados, de asignación de responsabilidades o de lanzar una promoción, la ética siempre está presente.

Actualmente, cuando existen más organizaciones que pugnan por la transparencia como herramienta de democratización y movilización social, las empresas tienen como uno de sus cimientos la ética corporativa. «Sin valores sólidos estamos coqueteando con el desastre. Con valores sólidos, podemos enfrentar a los mercados internacionales.» Pero, sin duda, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores los resultados financieros, pero no se dan cuenta que la ética corporativa puede ser una fuente de ventajas competitivas, ya que por medio de ella se pueden atraer clientes y personal de primer nivel.

A través de la ética se puede acabar con prácticas corruptas que destruyen valor y dañan la economía y la sociedad, si ponderamos más la cultura organizacional, con valores comunes (más que códigos o reglas) que sirvan como sendero de los individuos que conforman las organizaciones podríamos dar mayores componentes éticos a una empresa. Si nos basamos en que el capital humano es uno de los mayores activos empresariales, si no el mayor, y tomamos conciencia que estas personas valen por sí mismas, que se les debe respetar y que no se les puede tratar como un medio sino como un fin, habremos dado el primer paso para fundamentar éticamente las instituciones. Una organización que viva según los cinco valores básicos: igualdad, libertad, dialogo, respeto y solidaridad estará mejor preparada para el futuro.

Estamos viviendo tiempos de globalización que han hecho que las organizaciones sean más planas, más descentralizadas y con empleados más autónomos y con mayor poder de decisión, por esto se hace necesario que las relaciones no sólo al interior de las empresas sino entre empresas y demás organizaciones, se basen en los cinco valores arriba mencionados, lo cual generará mejores patrones de conducta y permitirá generar valor.

2.1. CONCEPTO
La ética empresarial se refiere a cómo una compañía integra un conjunto de bienes morales como la honestidad, la confianza, el respeto y la justicia, en sus propias políticas y prácticas, así como en la toma de decisiones en todos sus niveles. Y aunque no existe una ética propia de la empresa, hay ciertos principios y ejercicios de determinadas virtudes que caben bajo este concepto.

Desde un punto de vista empresarial, una conducta éticamente correcta en los negocios tiene que ver con los medios elegidos para conseguir el bien de la empresa (que es su consolidación mediante la generación de ganancias) con el objetivo de que efectivamente contribuyan a que los miembros de la corporación (trabajadores y empleadores) y de la sociedad (consumidores) alcancen su plenitud.

Sin embargo, hay quienes combaten las consideraciones éticas relacionadas con la actividad empresarial. Algunos caracterizan el mundo corporativo como una selva donde todas las formas de competencia son válidas: “En los negocios debe lucharse como si fuera una guerra. Y, como en toda buena guerra, ha de lucharse con coraje, bravura y sin moralidad” . Otros tienen una postura más matizada y plantean que las mejores empresas son aquéllas que están dispuestas a combatir rompiendo una que otra regla: “Las normas éticas que rigen las empresas son como las normas que rigen una partida de póker”.

2.2. IMPORTANCIA
Es importante porque a través de la ética se puede acabar con prácticas corruptas que destruyen valor y dañan la economía y la sociedad, si ponderamos más la cultura organizacional, con valores comunes (más que códigos o reglas) que sirvan como sendero de los individuos que conforman las organizaciones podríamos dar mayores componentes éticos a una empresa.
La ética empresarial representa nuestro código moral para la economía del futuro. Nos exige, nos demanda y nos conduce por nuevos caminos personales y sociales. Nunca se olviden de que la ética empresarial nos exige ser firmes y claros en los valores que tenemos; nos exige ser constante en mantener esos valores; nos exige ser auténticos en nuestras acciones.

Tomen en cuenta que la ética empresarial nos demanda valentía, justicia y prudencia, que son virtudes fundamentales en la persona que vive éticamente.

La ética empresarial implica discernir el bien del mal, lo justo de lo injusto, lo correcto de lo incorrecto; y ese discernimiento es la base para decidir los mejores cursos de acción moral.

2.3. EFECTOS DE LA ETICA EMPRESARIAL EN LA EMPRESA
En efecto, la ética empresarial genera los siguientes efectos:
a) Mejora el desempeño financiero.
b) Sube las ventas y mejora la imagen corporativa
c) Fortalece la lealtad y el compromiso de los empleados.
d) Aumenta la sobrerregulación de los mercados.
Si las empresas y sus trabajadores no actúan con honestidad, cometen fraudes y no cumplen con sus compromisos, se corre el riesgo de que el aparato público implemente disposiciones fiscalizadoras y restrictivas desproporcionadas, las que, aunque no resulten efectivas en su tarea, elevan considerablemente los costos de la actividad privada. De hecho, los escándalos financieros de los últimos años generaron leyes que redujeron el margen de acción de las empresas nacionales e internacionales.

e) Evita perder negocios.
Las grandes empresas extienden sus propias prácticas éticas también a sus proveedores, ya que firmas proveedoras que carecen de este tipo de hábitos pueden ver cancelados sus contratos y/o perder negocios futuros.

f) Brinda mayor acceso a financiamiento.
La confianza y seguridad de que una empresa cumplirá con sus compromisos impacta directamente en la facilidad para conseguir recursos de otros para desarrollar sus proyectos. Una mala reputación corporativa puede cerrar del todo o encarecer excesivamente la posibilidad de tomar préstamos bancarios o emitir bonos en el mercado de capitales.

2.4. LOS COMPONENTES DE UNA EMPRESA ÉTICA
Aunque pueden ser innumerables, los siguientes darían lugar a las bases de una ética organizacional:

1. Vivir de acuerdo con los cinco valores fundamentales
2. Una cultura organizacional con valores comunes para sus miembros
3. Luchar por alcanzar la satisfacción de todos los agentes involucrados en la empresa: accionistas, directivos, empleados, proveedores y clientes
4. Asumir la responsabilidad social por sus actuaciones
5. Pesa más el contrato moral entre la empresa y sus integrantes y asociados que el mero contrato legal

Cuando se logran incorporar estos componentes básicos se llega a generar mayor valor económico, ya que las relaciones, no sólo laborales, sino entre proveedor y empresa, cliente y empresa, etc., mejorarán y el tiempo y los recursos que se invertían en mejorar las ineficiencias que se presentaban en dichas relaciones, podrá ser invertido en aquellos aspectos que lo demanden. La ética suele mejorar el funcionamiento de la empresa mediante varias vías:
 Reduce los conflictos de los miembros que la forman.
 Mejora la imagen exterior de si misma.
 Supone un componente esencial del concepto de «calidad total», tan importante hoy día.

2.5. REALIDAD DEL A ETICA EMPRESARIAL EN NUESTRO PAÍS
Todas las empresas tienen una obligación ética, y de hecho la administración de personal, hacia cada uno de los cinco grupos que las constituyen: propietarios, accionistas, empleados, clientes, proveedores y la comunidad en general. Pero, no solo en términos de normas y deberes como reglas, sino en términos de valores: la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto activo y el diálogo. La administración de personal, en consonancia con las directrices del ejecutivo principal y de los propietarios, debe propender por la generación de tres elementos éticos fundamentales que permitan el desarrollo de los valores: la ética de la responsabilidad, la ética hacia el interés de todos, y la ética de la organización. Es decir, la administración de personal, debe propender hacia la consolidación de una empresa ética basada en éstos elementos: una cultura corporativa sólida (valores construidos colectivamente), el talento humano como capital principal de la empresa, la calidad como aspiración fundamental, la combinación de la búsqueda de bienes tangibles (materiales) e intangibles (armonía, cooperación, ausencia de conflictos, cordialidad) preocupación por los clientes, trabajadores, proveedores y los competidores, en el marco de sus actuaciones, y no solo por sus accionistas, asumir la responsabilidad social por las acciones de la empresa, ejercer una dirección basada en los valores, y predominio de un contrato moral de la empresa con sus integrantes, más allá del contrato legal.

En una empresa u organización ser un administrador efectivo es una labor muy demandante, pero en la actualidad, enfrentan desafíos muy particulares. Cada vez más alarmante contaminación industrial nos recuerda que al destinar recursos los administradores inevitablemente incurren en ventajas y desventajas, sin importar lo que hagan o dejen de hacer.

El estudio de quién resulta, y quién debe resultar beneficiado o perjudicado por una acción en particular se denomina ética, la cual estudia también quien goza de derechos de cualquier índole, y quién goza de ellos.

En un plano superficial, es relativamente fácil juzgar si una práctica empresarial es correcta e incorrecta en términos de ética. Lo complejo, en particular cuando las normas convencionales no son aplicadas, consiste en comprender los conceptos y las técnicas de la toma de decisiones éticas para poder establecer juicios de orden moral más adecuados.

Todas las empresas tienen una obligación ética, y de hecho la administración de personal, hacia cada uno de los cinco grupos que las constituyen: propietarios, accionistas, empleados, clientes, proveedores y la comunidad en general. Pero, no solo en términos de normas y deberes como reglas, sino en términos de valores: la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto activo y el diálogo.

2.5.1. El administrador y la ética
En una empresa u organización ser un administrador efectivo es una labor muy demandante, pero en la actualidad, enfrentan desafíos muy particulares. La cada vez más alarmante contaminación industrial nos recuerda que al destinar recursos los administradores inevitablemente incurren en ventajas y desventajas, sin importar lo que hagan o dejen de hacer. El estudio de quién resulta, y quién debe resultar beneficiado o perjudicado por una acción en particular se denomina ética, la cual estudia también quien goza de derechos de cualquier índole, y quién goza de ellos. En un plano superficial, es relativamente fácil juzgar si una práctica empresarial es correcta e incorrecta en términos de ética. Lo complejo, en particular cuando las normas convencionales no son aplicadas, consiste en comprender los conceptos y las técnicas de la toma de decisiones éticas para poder establecer juicios de orden moral más adecuados.

Así las cosas, las normas éticas y morales sobrepasan las prohibiciones de la ley y el lenguaje de «no debes», e incluyen las cuestiones del deber y el lenguaje de «se debe y no se debe hacer». La ética se refiere al deber humano y a los principios en los que se apoyan estas obligaciones.

Administración de personal
La administración de personal, en consonancia con las directrices del ejecutivo principal y de los propietarios, debe propender por la generación de tres elementos éticos fundamentales que permitan el desarrollo de los valores: la ética de la responsabilidad, la ética hacia el interés de todos, y la ética de la organización.

Es decir, la administración de personal, debe propender hacia la consolidación de una empresa ética basada en éstos elementos: una cultura corporativa sólida (valores construidos colectivamente), el talento humano como capital principal de la empresa, la calidad como aspiración fundamental, la combinación de la búsqueda de bienes tangibles (materiales) e intangibles (armonía, cooperación, ausencia de conflictos, cordialidad) preocupación por los clientes, trabajadores, proveedores y los competidores, en el marco de sus actuaciones, y no solo por sus accionistas, asumir la responsabilidad social por las acciones de la empresa, ejercer una dirección basada en los valores, y predominio de un contrato moral de la empresa con sus integrantes, más allá del contrato legal.

2.6. LA COMPETENCIA Y LA ÉTICA
2.6.1. Con los competidores.
Aquí las reglas éticas reciben el nombre genérico de competencia leal, sancionándose la deslealtad. Competencia leal es luchar con armas licitas: que son calidad y precio bajo. Y desde luego, precio bajo fundado en eficiencia. Publicidad vinculada a la verdad: no mentir ensalzando el propio bien; no rebajar ni denigrar el de la competencia.
• Con el público también hay deberes de competencia:
• No atentar contra la salud
• No atentar contra la seguridad
• No atentar contra el medio ambiente

Uno de los deberes importantes de los empresarios son aquellos vinculados a la publicidad, la que debe ajustarse a padrones éticos, como la veracidad y buena fe.

2.6.2. Virtudes específicas del empresario:
Es indudable que hay virtudes especificas del empresario. Así como Platón, en su República, analiza las virtudes esenciales del poeta, del guardián y de otros que desempeñan roles en su sociedad ideal, así también podemos asignar virtudes esenciales al empresario. Si el militar debe ser valeroso, el juez justo y prudente, ¿qué ha de caracterizar al empresario?

Planteó algunas de las muchas hipótesis posibles. el empresario ha de ser laborioso, imaginativo, íntegro. tiene deberes que cabe referir a la verdad: la de ser veraz y transparente, garantizado con esas virtudes la calidad de los productos y servicios que ofrece; la de ser prudente, no abusando de información que logre y pueda perjudicar a sus competidores; la de ser audaz, asumiendo riesgos, que son los que, en definitiva justifican la ganancia ha de ser mesurado en la obtención de esta y no lograrla a toda costa.

Estimó que una cualidad del empresario, como de otras actividades, entres las que incluyo la del jurista es la de cierta distinción en el logro de sus fines, en que el logro no haga desaparecer cierta prestancia en la integridad de su acción.

El empresario debe preocuparse de los costos. Si incurre en altos costos no será competitivo pero debe tener presente que faltara a la ética es para el un costo alto y aunque no necesariamente se concrete en registros contables.

2.7. EMPRESA Y MISIÓN DEL ESTADO EN LA ÉTICA PUBLICA Y PRIVADA
El estado como agente emprendedor de políticas gubernamentales y candado principal de apoyo y gestiones empresariales, tiene dentro de su margen el estudio que hoy en día resaltara en el futuro la economía del país el cual esta orientado a la educación, este objetivo que hoy la educación tiene debe estar orientado principalmente al ámbito del trabajo no solo como un grupo emprendedor sino que como un equipo de trabajo, de creatividad, y emprendedor hacia objetivos comunes, esto porque hoy en día la empresa necesita mucho de estos conceptos para lograr su que hacer diario y en el futuro.

Esto significa que la empresa no solo se compone de los empresarios sino que son:
Empresarios + Trabajo + Comunidad

Y este último factor por decir es el que la empresa debe poner cuidado para no ejercer fuerzas que puedan dañar su integridad y no mirándolo desde el punto presente sino que el más importante desde un punto de vista a largo plazo, visión de futuro.

La empresa como organismo no posee una sola relación con el estado, sino su campo va mucho mas allá su relación con:

2.7.1. Proveedores clientes y trabajadores: Climas y Normas de Valores
Deben estar en un clima que se debe regir bajo ciertas normas de valores que permitan guardar el equilibrio necesario y no se imponga reglas que signifiquen abusos o imposiciones indebidas para unas de las partes como para todas las partes que en su conjunto no benefician a nadie.

La relación empresa estado se considera relevante, pero ha ido perdiendo importancia con respecto a las otras variables debido a que principalmente el estado ha ido liberando regulaciones y delegando directamente en las empresas sus funciones, ampliando su ámbito y responsabilidad frente a numerables temas relacionado con la ética.

2.8. EL MODELO ANTROPOLÓGICO Y LA ÉTICA
El modelo tiene sus antecedentes en la Escuela de las Relaciones Humanas surgida posteriormente a la segunda guerra mundial, y descansa sobre los estudios históricos erigidos en torno al fenómeno de la «motivación humana».

El objetivo final propugnado por el Modelo Antropológico tiende a ir mucho más allá que el objetivo financiero de «crear valor para los accionistas» a través de «la generación de mayor valor de mercado posible para los titulares de capital de riesgo». El objetivo instrumental u operativo, es el de crear más valor para la empresa y el cual alimenta el objetivo final de «servir a la sociedad».

Los valores éticos se han impregnado en el acontecer empresarial y se está experimentando un retorno de la espiritualidad, en el sentido de impregnarse de valores morales que reflejen un comportamiento más integral, pero este regreso hacia una posición particular no obedece a un signo de carácter religioso puro, sino que a un signo exclusivamente empresarial, que se relaciona con el fin último de toda empresa, el cual es el de servir a la sociedad donde se inserta y que se rodea de fines operativos importantísimos ligados estrechamente a la obtención y generación de más valor para las empresas mismas.

En consecuencia, el objetivo de los gerentes de que sus empresas sean más valiosas, se supedita a una actitud y a un comportamiento de todos sus dirigentes que se liga, a su vez, con la permanencia en el largo plazo. En suma, el actuar éticamente no obedece a un puritanismo de los nuevos dirigentes, sino que a una necesidad para la obtención de mayor valor para sus empresas.

Este valor se traduce en mayor competitividad, mayor productividad, mejor atención de clientes y proveedores y consecuentemente, posicionamiento, que implica ganar una mayor participación de mercado.

2.9. LA CREACIÓN DE VALOR EN LAS EMPRESAS
La base del «valor» reside en la forma como los nuevos gerentes dirigen los negocios. Ya no basta con ser un «gerente competitivo» sino que se debe experimentar una transformación a «líder»; que ante todo sabe, que es una persona y que está rodeado de personas. Ello implica en ocasiones el perder la condición de gerente «parco» y aceptar la de ser el eje central de las actividades que desarrollan todas las personas en la empresa que dirige.

Consecuentemente, el modelo antropológico sitúa en el centro a las personas, ya no como un recurso «más», sino como seres que merecen el mejor y mayor de los respetos. Estas personas son los accionistas, los directivos, los proveedores, los empleados y los clientes. Y tratarlos como personas equivale a generar un clima propicio para el logro de la más alta de las productividades que se refleja en el logro inevitable de los más altos rendimientos mercadológicos, económicos y financieros.

De ahí que el actuar éticamente sea una necesidad, no porque se prescriba en textos místicos, sino porque con ello estamos preparados para alcanzar éxitos financieros que conducen al crecimiento y desarrollo permanente de las empresas.

Esta actitud, del quehacer ético, está ligada al intenso desarrollo de la tecnología de la información, y a pesar de que siempre existe corrupción, fraudes y engaños, ahora es mucho más fácil detectarlos y es en la actualidad que ahora se vive, que se sabe, que más temprano que tarde, la verdad será conocida.

Tres valores que realizan las empresas son:
1) el valor económico, todos los que hicieron aportes a la actividad productiva reciben su compensación que les permitirá satisfacer sus necesidades,
2) el valor psicológico, los que participan del proceso productivo logran asimilar el aprendizaje para la toma adecuada de decisiones que afectan a otros o a ellos mismos de forma directa o indirecta,
3) el valor ético, se aduce al cambio que se produce en el interior de las personas. Los dos últimos valores son subjetivos pero su influencia es decisiva para la generación del valor económico.

2.10. LIDERAZGO ÉTICO Y LA ÉTICA EMPRESARIAL
El «Liderazgo Ético» es entonces una necesidad que hace mejor y más rica a la empresa. Por el contrario, si se busca el enriquecimiento acelerado y sobre bases ilícitas, la empresa se condena a sí misma.

Ya en estos tiempos, nadie puede negar la importancia de la inteligencia emocional para la toma de decisiones en las empresas; que el cliente es cada día más y más exigente y más difícil de engañar; que el mundo entero se ha reducido por efecto del inmenso desarrollo de las telecomunicaciones y que el temor a una demanda por efecto de un error que afecte a terceros, es ahora muy latente en todos.

Es por eso que la ética empresarial está teniendo, hoy más que nunca, una presencia determinante en la dinámica de las empresas modernas. Ya no es el tiempo de las glorias pasadas, alcanzadas sobre pedestales débiles o falsos.

Es el momento de valorizar o revalorizar las actitudes y valores gerenciales, de tal manera que se comprenda que la ética empresarial es ahora una necesidad y no una virtud.
CONCEPTOS BÁSICOS

3.1. ETICA EMPRESARIAL SEGÚN:
3.1.1. ÁLVAREZ DE MON, S.: “El mito del líder. Profesionales, ciudadanos, personas: la sociedad alternativa”, Edit. McGraw-Hill, Madrid, 2001.

La ética empresarial representa nuestro código moral para la economía del futuro. Nos exige, nos demanda y nos conduce por nuevos caminos personales y sociales. Nunca se olviden de que la ética empresarial nos exige ser firmes y claros en los valores que tenemos; nos exige ser constante en mantener esos valores; nos exige ser auténticos en nuestras acciones. Tomen en cuenta que la ética empresarial nos demanda valentía, justicia y prudencia, que son virtudes fundamentales en la persona que vive éticamente.

La ética empresarial implica discernir el bien del mal, lo justo de lo injusto, lo correcto de lo incorrecto; y ese discernimiento es la base para decidir los mejores cursos de acción moral.

La ética empresarial define el carácter moral de una persona, es decir, su fuerza interna orientada al bien. Ese carácter es decisivo para el empresario, para el profesional, para el político y para todo ciudadano. Aunque los factores externos nos condicionen en algún sentido, es el carácter el centro último de la decisión que cada cual asume.

Una conducta éticamente correcta en los negocios tiene que ver con los medios elegidos para conseguir el bien de la empresa (que es su consolidación mediante la generación de ganancias) con el objetivo de que efectivamente contribuyan a que los miembros de la corporación (trabajadores y empleadores) y de la sociedad (consumidores) alcancen su plenitud.
3.1.2. ARGANDOÑA, A. «La ética en la empresa», Instituto de Estudios Económicos, Madrid 1994.
La Ética se basa en la aplicación de la verdad, ya que esta genera credibilidad, confianza y lealtad. Pero la aplicación de la verdad requiere por parte del cuerpo gerencial una capacidad estratégica, para que la empresa sea eficaz; una capacidad ejecutiva para que se genere el compromiso de los empleados para con la empresa misma; pero fundamentalmente, se requiere de la aplicación o presencia de un liderazgo ético, porque el líder que actúa éticamente no es un obstáculo para que las personas trasciendan cuando quieran y deban hacerlo; y al mismo tiempo les enseña a captar el valor real de sus acciones, predicando siempre con el ejemplo de sus acciones.

Siendo así la aplicación de la Ética derivará en mayores niveles de productividad, y lo que es más importante en la construcción de más permanencia para la empresa u organización. En concreto, contrario al pensamiento del enriquecimiento desmedido de corto plazo, deriva en diferir el rendimiento del corto al mediano y largo plazo, si con ello se garantiza la permanencia y el desarrollo de la empresa en el tiempo. Ser bueno con los trabajadores, con el medio ambiente y con la comunidad en la que se vive, hace que la empresa sea más bonita ante los ojos de la opinión pública, de los accionistas y de los fiscales de la ley. Así, todo resulta más barato, porque las huelgas, los costos ambientales y la pérdida de demanda, pueden ser situaciones catastróficas.

En consecuencia, la ética empresarial es la expresión más alta de nuestra dignidad humana para la economía y los negocios Eres tú, en tu fuero interno, quien decide lo mejor para ti. Eres tú quien tienes la fuerza interior para asumir acciones.
3.1.3. BLANCHARD, K. Y O’CONNOR, M.: “Dirección por valores”, Ediciones Gestión 2000, Barcelona, 1997.
La ética empresarial se refiere a cómo una compañía integra el conjunto de valores (honestidad, confianza, respeto, justicia y otros) en sus propias políticas, prácticas y en la toma de decisión en todos los niveles de la empresa. Adicionalmente, la ética empresarial implica comportarse de acuerdo a los estándares legales, además de su adherencia a las leyes y regulaciones internas.

En la década anterior, la ética empresarial se refería principalmente a la implementación de códigos legales que delinearan en detalle lo que los empleados podían o no podían considerar como una conducta errada, tales como los conflictos de intereses o el uso impropio de recursos de la empresa.

Hoy un gran número de empresas están diseñando programas de ética basados en valores, definiendo los valores éticos y entregando procesos y herramientas necesarias para la toma de decisiones, tanto para resolver dilemas complejos como los del día a día, en éstos se incluyen temas como la privacidad del empleado, estándares globales, marketing dirigido a niños, entre otros.

Realizado este cambio en el tipo de aproximación al tema, la ética se ha convertido en un campo mucho más sofisticado en el cual las empresas deben lograr balancear las responsabilidades económicas con las éticas. Numerosas empresas de distintos tamaños y sectores han demostrado su compromiso con el desarrollo de procesos éticos de toma de decisiones. Los procesos exitosos de estas compañías usualmente se han institucionalizado en iniciativas éticas que incluyen, pero no se limitan a, declaración de misión, principios éticos o declaración de valores, estrategias comunicacionales éticas, capacitación en ética y grupos de discusión, evaluaciones continuas y sanciones.

3.1.4. PAZ MANZANO, Mauricio Alfredo. Responsabilidad Social y Ética. Unión Editorial. Madrid, 1998.
La cuestión ética es de gran relevancia para todo individuo y se extiende al ámbito empresarial. En cada decisión que se tome, estará inmiscuido algo de ética. Trátese de negociaciones con proveedores o con el sindicato, de contrataciones o despidos de empleados, de asignación de responsabilidades o de lanzar una promoción, la ética siempre está presente.

Actualmente, cuando existen más organizaciones que pugnan por la transparencia y con la red como herramienta de democratización y movilización social, las empresas tienen como uno de sus cimientos la ética corporativa. Y es que como dice Rinnov Kan, director de uno de los grupos financiero más importantes de Holanda, «Sin valores sólidos estamos coqueteando con el desastre. Con valores sólidos, podemos enfrentar a los mercados internacionales.» Pero, sin duda, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores los resultados financieros, pero no se dan cuenta que la ética corporativa puede ser una fuente de ventajas competitivas, ya que por medio de ella se pueden atraer clientes y personal de primer nivel.

3.1.5. GARCÍA, S. Y DOLAN, S.: “La dirección por valores (DpV). El cambio más allá de la dirección por objetivos”, IESE-Editorial McGraw-Hill, Madrid, 1997.
El “actuar ético” supone transparencia, y que en toda empresa se ejerza un verdadero liderazgo ético; que se le de el valor que corresponde a una conducta ética. Supone que los integrantes de una empresa, empleados y empleadores, actúen en el ejercicio o desempeño de sus funciones diarias teniendo siempre en mente preceptos éticos básicos, con base en lo que llamamos un buen “gobierno corporativo”, que no es más que un conjunto de principios y actos mediante los cuales se planifican estratégicamente y se fijan los principales objetivos, estableciéndose los procesos de seguimiento sujetos a controles internos y externos, para la verificación de su efectiva ejecución.

Al hacer alusión a “principios”, nos referimos a principios generales tales como la probidad; prudencia; justicia; templanza; idoneidad; responsabilidad; obediencia; y a principios particulares tales como la aptitud; capacitación; legalidad en la actuación; veracidad; discreción; transparencia; equidad; igualdad de trato; ejercicio adecuado de las funciones inherentes a cada cargo; uso adecuado de los bienes de la empresa; uso adecuado del tiempo de trabajo; colaboración; uso adecuado de la información; obligación de denunciar actos de corrupción; dignidad y decoro en la actuación; honor; tolerancia; equilibrio en el discernimiento, etc.

Nos comprometemos a desarrollar una iniciativa integral en materia de ética empresarial tendiente al reconocimiento y adopción de los referidos principios, y el fomento e implementación de un buen gobierno corporativo en las empresas, en forma sostenible y duradera.

3.2. COMPROMISO SOCIAL SEGÚN:
3.2.1. SEN, Amartya La libertad individual como compromiso social. Plural Editores, La Paz. 2003.
Este es un nuevo concepto que responde a la demanda de la sociedad, por el que las empresas no sólo se deben preocupar por ser rentables, sino también por la forma en la cual generan sus resultados. El “compromiso social» de las empresas, fija una posición «los negocios sólo tienen un compromiso social: emplear sus recursos y emprender actividades encaminadas a aumentar sus utilidades, siempre que se mantengan dentro de las reglas del juego, es decir, en competencia libre y abierta sin engaños ni fraudes». Desde esta posición, las empresas y en especial, quienes las dirigen deben servir a los accionistas y procurar la obtención de utilidades bajo el marco de principios éticos marcados por el cauce del respeto a la ley.

Esa responsabilidad consiste en manejar el negocio de acuerdo con los deseos de los dueños, que generalmente serán ganar tanto dinero como sea posible, ciñéndose a las reglas básicas de la sociedad, tanto las que están incorporadas en las leyes como las que están incorporadas en las costumbres sociales «.

3.2.2. ADLER, A: Superioridad e interés social. Fondo de Cultura Económica. 1964
El irrespeto por el marco jurídico
Expresa que al buscar utilidades a cualquier costo, se riñe con los principios éticos más fundamentales, y afirma por el contrario, que «las empresas exitosas a largo plazo tienden a ser empresas éticas», en consecuencia, el logro de los máximos rendimientos no debería ser la más alta prioridad de las empresas. Según esta posición, la actitud de lograr beneficios a toda costa como fin máximo, puede generar un crecimiento desmedido en el corto plazo y éste a su vez, entrar en serias contradicciones con la legalidad y las costumbres sociales. El medio ambiente, la sociedad misma y más específicamente, olvidan a sus empleados y a los que son más importantes, a sus clientes. Desde esa perspectiva, el afán de lucro impedirá que se reflexione si al cliente se le engaña o no; si nuestros empleados están o no contentos con su trabajo. Incluso se basará en el trabajo directriz de Gerentes «complacientes» que sólo les interesará estar bien ellos y nada más, llegando incluso a despreciar el trabajo de sus competidores, de sus proveedores, de sus clientes y hasta de los que realmente son su soporte vital, sus propios subalternos.

Lo anterior conduce a la Ética a considerar el compromiso con la «responsabilidad social», puesto que en el fondo, no riñe con la obtención del máximo rendimiento posible, siempre y cuando se logre, primero, en un marco de abierta y libre competencia en el que prevalezca el respeto a la ley; y segundo, que el accionar de las empresas se rija por una serie adicional de principios éticos que tienen que ver con el entorno, con los proveedores, con los clientes y con los empleados. Su aplicación y fomento continuo es lo que puede hacer que el éxito empresarial perdure y le dé larga y plena vida a los negocios.
3.2.3. VÉLEZ GONZÁLEZ, Roberto, Conceptos básicos para un Compromiso Social Empresarial. México, Editorial Trillas, 2003.
El compromiso social empieza a adquirir carta de naturaleza entre las compañías, para que tengan concepto de buen gobierno, reputación y ética empresarial, compromiso medioambiental, desarrollo sostenible, acción social o código de buenas prácticas, son ya imprescindibles en su vocabulario y en las agendas de sus directivos. Desde el nacimiento de este concepto, economistas y analistas han apuntado tendencias y aportado reflexiones sobre la responsabilidad social de las empresas, pero todos ellos coinciden en que, lejos de ser una moda pasajera, el compromiso social en la empresa ha llegado para quedarse. «En un futuro no muy lejano, las compañías que no sepan justificar su existencia como socialmente responsables, probablemente no sean empresas».

Las compañías líderes en el mundo han comenzado a asumir la visión de la responsabilidad y la reputación corporativa, por considerar que afecta a la rentabilidad y competitividad de su negocio.

«La empresa ya no es el centro de su universo, sino que forma parte de una red integrada por diferentes organizaciones y actores, tales como instituciones públicas, organizaciones civiles, empresas y ciudadanos, que tienen una dinámica propia y unas reglas cambiantes». El futuro de la sociedad no puede entenderse dejando al margen a la empresa, ni mucho menos considerándola como un elemento hostil respecto a los valores que configurarán esta sociedad».

3.2.4. PAVÓN ESPIGA, Gerardo. Compromiso Social, Editorial FCE, México- Buenos Aires, México, 1953.
En una economía que tiende a la globalización, los consumidores y la sociedad en general exigen a las compañías un compromiso social ético, además de aceptar la legislación y crear empleo. Cada vez con mayor frecuencia, las empresas son vistas como ciudadanos corporativos. Éstos son los distintos grupos de interés relacionados con la empresa, a la que vigilan y presionan para que avance en el terreno de compromiso social.

En este camino, la empresa debe aprender a escuchar y responder a las expectativas de sus clientes para aunar los intereses de accionistas e inversores cuyas exigencias han motivado la aparición de índices bursátiles, y de fondos de inversión solidarios, consumidores y clientes que tienden a volcarse en los productos de empresas socialmente responsables, proveedores a los que también se exige criterios éticos, empleados que quieren trabajar en compañías responsables y los ciudadanos, que esperan que las corporaciones asuman parte del compromiso social que un día recayó sobre los Estados. «Es cierto que desde los últimos años del pasado siglo estamos asistiendo a una revitalización de la sociedad civil frente a los poderes políticos y económicos, y que, en este contexto, las demandas sociales hacia la empresa han aumentado, pidiéndole que actúe como un ciudadano comprometido y responsable en la construcción de una sociedad más sostenible. Pero es cierto también que las empresas han aceptado este diálogo, han incorporado las demandas sociales y están llevando a cabo acciones muy positivas en los distintos ámbitos económicos, sociales y ambientales».

3.2.5. MARTÍN SÁNCHEZ, Jesús. Formación Social, Moral. Edit. NAU Llibres, 1ª Ed. Valencia – España- 1994 – 190 p.
Al actuar de forma de compromiso social, «se convierte en una empresa atractiva, elegible, porque inspira confianza: el ciudadano quiere tenerla en su municipio, hay otras empresas que desean convertirse en su proveedor, y mucha gente aspira a trabajar en ella».

Las prácticas de compromiso social se han de gestionar empresarialmente formando parte integral del negocio». Mientras se multiplican los enfoques sobre compromiso social corporativa en iniciativas internacionales.
Las empresas han comenzado a trasladar sus compromisos socialmente responsables a las memorias anuales. Algunas de ellas se han adelantado a las futuras exigencias de transparencia que marca la legislación y ya han adoptado la memoria de sosteniblidad, un triple informe que transmite a los inversores y accionistas sus actuaciones en las áreas económico-financiera, medioambiental y social, y los informes de gobierno corporativo.

Las grandes empresas cotizadas están marcando la pauta en el terreno del compromiso social corporativa, que incorporaron a su gestión a finales de los años noventa. Los expertos afirman que una empresa que quiera ser competitiva en el futuro no sólo debe pensar en obtener beneficios, sino que también tendrá que contar con una estrategia que actúe en favor del entorno del que forma parte y en el que desarrolla su actividad, comprometiéndose con la sociedad y con el respeto al medioambiente, a los derechos humanos y a la mejora de las relaciones con sus empleados. Los ejecutivos comienzan a tomar conciencia de este compromiso, que, al margen de una estrategia de márketing o imagen, se convertirá en el futuro en un factor competitivo de la empresa.

3.3. GESTIÓN EMPRESARIAL SEGÚN:
3.3.1. FREEMONT E. Kart y James E. ROSENZWEIG. ADMINISTRACION EN LAS ORGANIZACIONES, P.6.
Al tratar el tema de la Gestión empresarial encontramos que el autor FREEMONT E. Kart y James E. ROSENWEING, tiene el siguiente concepto:

“La administración comprende la coordinación del hombre y recursos materiales para el logro de cierto objetivos. Las definiciones más representativas proponen que la administración es un proceso de planeación, organización control de actividades, algunos incrementan el número de subprocesos para incluir los recursos y la motivación, otros reducen el esquema e incluyen solo la planeación y la instrumentación. Más aún, otros abarcan el proceso total en el concepto de toma de decisiones, e indican que las decisiones son el punto clave de los gerentes. La administración es una actividad mental (de pensar, intuir, sentir) realizado por personas en un ámbito de organización. La administración es el subsistema clave dentro del sistema organizacional. Comprende a toda la organización y es la fuerza vital que enlaza todos los demás subsistemas “.

3.3.2. PHILIP Kotler. Dirección de Mercadotecnia. Octava Edición. Prentice Hall. 1996.
Por otro lado en la averiguación de las informaciones sobre la administración, PHILIP Kotler, dice que para él consiste en:

“Es muy importante recordar que la administración realmente no existe; es solo una palabra, una idea. Al igual que la ciencia, el gobierno y la ingeniería, la administración es un concepto abstracto. Sin embargo los administradores existen, y no son abstracciones, son seres humanos, son una clase de personas particulares, especiales; individuos con una función especial: Guiar, promover y hacer surgir las habilidades latentes – y los sueños- de otros seres humanos….. esto es lo que creó y lo que la experiencia de toda mi vida me ha enseñado: la actividad administrativa es la más amplia lo que más exige desde cualquier ángulo que se considere, la más completa y vital de todas las actividades humanas, y la más crucial”.

La administración viene del latín Ad (dirección, tendencia) y minister (subordinación u obediencia), y significa el cumplimiento de una función bajo el mando de otro. Pero sufrió una transformación en la palabra original.

3.3.3. L.R. BITTEL.J.E. RAMSEY. ENCICLOPEDIA DEL MANAGEMENT, 2P. 323-324.
“La organización implica actividades estructurales integradas; es decir individuos que trabajan juntos o cooperan en relaciones de interdependencia. La noción de interrelación supone un sistema social. Por ello, se puede afirmar que las organizaciones consisten en:
1. Arreglos orientados a una meta, individuos con un propósito;
2. Sistemas psicosociales; individuos que trabajan en grupos;
3. Sistemas tecnológicos, individuos que utilizan conocimientos y técnicas.
4. Una integración de actividades estructuradas; individuos que trabajan juntos en relaciones estructurados”.
Podemos notar algunos de los avances que tendrá que tener la organización: Poner mayores inversiones de investigación y desarrollo, nuevos avances tecnológicos, progreso de las comunicaciones, nuevos departamentos, nuevas decisiones, nuevos mercados, necesidad de competir con otras organizaciones, nuevas estrategias, etc. En las últimas décadas la tarea de la administración se verá afectada por los múltiples cambios y transformaciones y sinnúmero de variables que aparecerán.
La labor administrativa es averiguarse de que la organización se desempeñe bien en todas las dimensiones relevantes por las implicancias; individuos y organizaciones que ofrecen apoyo a largo plazo. La labor administrativa va más allá del desempeño real; incluye asegurar la capacidad de la organización para creciendo en el futuro. Esto implica cambio renovación y mejoras.

3.3.4. ADLER, A: Superioridad e interés social. Fondo de Cultura Económica. 1964
Según el especialista Kart Freemant E. La Gestión empresarial comprende lo siguiente:
• Coordinar los recursos humanos, materiales y financieros para el logro efectivo y eficiente de los objetivos organizacionales.
• Relacionar a la organización con un ambiente externo y responder a las necesidades de la sociedad.
• Desarrollar un clima organizacional en que el individuo pueda alcanzar sus fines individuales y colectivos.
• Desempeñar ciertas funciones específicas como determinar objetivos, planear, asignar recursos, organizar, instrumentar y controlar.
• Desempeñar varios roles interpersonales de información y de decisión”.
En todas las diferentes organizaciones y empresas se pueden ver que todos necesitan de un administrador para que realicen las actividades administrativas, para poder resolver determinadas áreas o problemas específicos que se presentarán en la empresa.

3.3.5. CHIAVENATO. Idalberto. INTRODUCION A LA TEORIA GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN.
Según el especialista CHIAVENATO, Idalberto, quien dice lo siguiente:
“Toda organización o empresa necesitan que los administradores realicen numerosas actividades administrativas orientadas hacia áreas o problemas específicos; el profesional sea ingeniero, economista, contador, médico; Etc. Necesita conocer profundamente su especialidad y cuando es promovido en su empresa supervisor, jefe, gerente o director, a partir de ese momento de bebe ser un administrador, entonces debe de cumplir una serie de responsabilidades que le exigirá conocimientos y adoptar posiciones complementarias nuevas y diferentes que su especialidad en ningún momento le enseño.

De ahí, el carácter eminentemente universal de la administración; cada empresa necesita no solo un administrador sino un equipo de administradores en diferentes niveles, áreas y funciones para sacar adelante las diversas especialidades dentro de un conjunto integrado y armonioso de actividades orientadas a alcanzar los objetivos de la empresa. El administrador es un agente de cambio y de transformación de empresas, que les conduce por nuevos rumbos, nuevos procesos, nuevos objetivos, nuevas estrategias, nuevas tecnologías, un agente educador que, con su dirección y orientación, modifica los comportamientos y actitudes de las personas; un agente cultural en la medida en que, con su estilo de administración, modifica la cultura organizacional existente en las empresas “.